Más problemas para Milens: otra denuncia por amenazas y hasta podría quedar fuera de las elecciones

A la presentación que le realizara una ex integrante del Consejo Asesor a la Víctima, publicada hace un par de días por este portal, se sumaría otra por parte de un abogado, lo que, a su vez, determinaría que se dé por terminada su participación y la de su esposa en una de las listas del Frente Patrióta Federal.

El presidente del Consejo Asesor a la Víctima, dependiente del municipio, sumó una nueva denuncia por amenazas por parte del abogado Marcelo Mendoza, asesor letrado de la primera de las denunciantes de Claudio Enrique Milens, Sara Noemí Corrado.

De acuerdo a lo recabado por este portal, la nueva presentación, que se habría anexado a la primera, se relaciona con una reunión que se habría realizado en la misma sede del Consejo, en Ituzaingó al 600, apenas aparecida el lunes último en infopilar.com.ar la información que daba cuenta de los dichos en sede judicial de la señora Corrado respecto a agresiones personales y presuntas inconductas del matrimonio de Claudio Milens y Analía Palatnik.

La reunión habría tenido como protagonistas a la pareja en cuestión y al candidato a intendente por la lista Primero la Patria, del Frente Patriota Federal, Pedro Fabián Llanos, quien les habría informado que al haber una denuncia en la que se habla de violencia de género, automáticamente se excluye al denunciado de la lista de candidatos. La medida, dispuesta por la Junta Electoral, habría provocado la furia de Claudio y Analía quienes después de lamentar que «justo ahora que hay elecciones estos hijos de puta nos denuncian«, habrían recibido el consuelo de Llanos al pedirles «quédense tranquilos, que no va a pasar nada, vamos a hacer que levanten la denuncia (?)».  Pero lo inquietante vino después, cuando el mismísimo candidato a intendente habría agregado: «Además, vos sabés que conozco gente y a ese pelotudo del abogado lo voy a hacer levantar para que lo limpien o le den la paliza de su vida. Vos sabés lo que le hicimos a… (y mencionó a un tercero)».

Por otra parte, de ser cierto lo que cuentan los infidentes, el futuro del matrimonio Milens no sería demasiado alentador. Acosado por las denuncias -se asegura que animados por el ejemplo de Corrado habría otros varios dispuestos a seguir la misma senda-, sus horas de permanencia al frente del Consejo ya estarían contadas. A nadie, y mucho menos al intendente que va por su reelección, le conviene poner el pecho por un escándalo que incluye, para colmo, a familiares de víctimas de la violencia. Además, tampoco resulta beneficioso para el municipio que en procura de restar votos a la oposición, prohije una lista vinculada con los sótanos más oscuros de la democracia, habida cuenta de que el presidenciable de este Frente que integran Llanos y los Milens es Alejandro César Biondini, un hombre de aceitados vínculos, por su padre Alejandro Carlos, con los servicios de inteligencia. De hecho, varias veces el padre fue proscripto en la actividad política por la justicia argentina por su ideología neonazi.

En la lista local, en tanto, la situación ya habría escalado a tal punto que las autoridades partidarias nacionales ya hablan de correr la lista, con lo que el matrimonio perdería el primer y segundo lugar para ser reemplazados por Andrés Alaca Rosso y Elizabeth Rutherford.

De esta manera, los sueños de los Milens se escurrirían por la alcantarilla, si atendemos a que alguien habría escuchado de sus bocas que «si llegamos a ser concejales, no nos mueven más de ahí», anticipando y acariciando una rara posibilidad de eternizarse en cargos que son fácilmente renovables. O quizás se refiera al Consejo Asesor, donde a estas alturas y por sus manejos, como prohibir la utilización de celulares en las reuniones para evitar inoportunas grabaciones, los insultos y los maltratos, el único personal que queda son una hermana y sus dos hijos.

Un poco de historia

Claudio Enrique Milens -y su familia- llegó a la presidencia del Consejo Asesor y Asistencia a la Víctima de la mano de Nicolás Ducoté en 2016, cuando se decidió la creación del organismo que, aunque autónomo, depende del municipio para su funcionamiento operativo y el sueldo de sus integrantes, con el objetivo de contener desde los planos jurídico, médico, psicológico y afectivo a familiares de personas que hayan fallecido en hechos delictivos.

Por ese entonces, Milens ya era un asiduo visitante del municipio en su rol de papá de Carla, una joven que fue asesinada en 2011, hecho que -todavía por lo bajo- el presidente del Consejo Asesor atribuía al único hijo varón del entonces intendente Humberto Zúccaro.

Después, las acusaciones en este sentido irían subiendo de tono, mientras, en simultáneo, la familia Milens avanzaba en su nivel de vida. No son pocos los que aseguran que esa bonanza algo tuvo que ver con aquellas acusaciones. Están convencidos de que una camioneta de alta gama y la mudanza de El Manantial a un confortable chalet cercano a Panamericana, por ejemplo, eran el resultado de tales manifestaciones. Vaya uno a saber.

Lo cierto es que Milens se atrincheró en el Consejo Asesor y desde allí convocó a familiares de víctimas, los mismos que ahora buscan despegarse de sus desmanejos y, sobre todo, su autoritarismo. Vaya como dato que apenas aparecida la nota sobre la denuncia de Sara Corrado, Milens llamó por teléfono a una señora mayor y enferma, también madre de una víctima, para gritarle insultos mientras le imputaba haber «abierto la boca» para con los periodistas de este portal. Lo que no hizo, fue negar los hechos como haberse quedado -y comercializado- las cuantiosas donaciones que se recibían en el Consejo por parte de ONG y particulares para los más vulnerables.

Por lo visto, lo que enfurece a Milens, no es lo que se hizo -según lo que se planteó en la justicia- sino que se sepa. Parece que lo que le molesta es que sus conductas trasciendan a una opinión pública que siempre respetó el dolor de los padres que pierden un hijo en situaciones de violencia. El tema, aquí, es ver qué hacen los padres con ese dolor.