Entrevistas
Annobón, la sufrida isla que busca el reconocimiento internacional para vivir en paz
Por Emiliano Pintos (*)

Orlando Cartagena Lagar es el primer ministro de Annobón, y fue designado por una asamblea de cientos de annobonenses en el exilio en 2022. Annobón es una isla africana ubicada en el Golfo de Guinea que busca independizarse de Guinea Ecuatorial. Cartagena Lagar ha estado visitando países para obtener apoyo internacional para la causa de su isla, incluyendo Argentina, con la que la isla tiene un vínculo histórico debido a su pasado colonial bajo el Virreinato del Río de la Plata.
–¿Señor Ministro cuál es el objetivo principal de su gobierno en el exilio y qué pasos están tomando para lograr la independencia de Annobón?
-El objetivo principal es que nuestro pueblo, después de tanto sufrimiento, de tanta muerte es que pueda vivir en paz. Por ello la importancia de que el gobierno de Javier Milei reconozca, no solo el genocidio annobonés, sino también la libertad de poder decidir sobre nuestras vidas.
El camino hacia la independencia se da en organismos internacionales, y en eso estamos. El apoyo de un país como Argentina en este escenario, con quien mantenemos reclamos idénticos a los que tramitan ante el Comité de Descolonización por las Islas Malvinas, es de mutuo beneficio.
–¿Cuál es la situación actual en Annobón en términos de derechos humanos y crisis humanitaria? ¿Qué medidas están tomando para abordar estos problemas?
-Gravísima, es difícil expresarlo con palabras: genocidio, muerte, hambre, miseria, enfermedades, subsistencia… En Annobón no hay más que eso. Es muy difícil encontrarle una solución a tanta impunidad. Hoy el tema está en organizaciones internacionales y, sobre todo, en manos de Naciones Unidas, donde se han radicado denuncias por secuestros y torturas.
–¿Qué países han visitado en busca de apoyo para la causa de Annobón y qué respuestas han recibido?
-Nuestra causa no tiene más recursos que los que logramos generar entre nuestro pueblo. Eso dificulta mucho encontrarle una vía definitiva a nuestro reclamo. Pero sin dudas, las voces más fuertes se han hecho sonar en Argentina y en España, dos países con los que estamos vinculados históricamente.
–¿Qué importancia tiene el vínculo histórico entre Annobón y Argentina para su lucha por la independencia? ¿Qué esperan lograr en términos de apoyo y reconocimiento?
-Es trascendental. El pueblo argentino ha recibido nuestra causa como propia, aunque lamentamos el silencio del gobierno de Javier Milei y el presunto acercamiento con un representante de la dictadura de Obiang. Entiendo que todavía hay tiempo de enderezar las cosas, convocar al diálogo y buscar soluciones pacíficas, como lo ha sabido hacer históricamente y en forma innegable su país.
–¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades que enfrenta Annobón en su camino hacia la independencia? ¿Cómo planean abordarlos?
– Annobon es en el escenario mundial lo que David era a Goliat. El desafío es enorme, pero no seremos los únicos ni los primeros en lograr algo que parece imposible. La inquebrantable voluntad del pueblo annobonés es nuestra mayor arma.
-¿Cómo funciona su gobierno en el exilio y qué estructuras tienen en lugar para gobernar Annobón una vez que se logre la independencia?
-Tenemos un gobierno conformado democráticamente, votado en asamblea y respaldado por los órganos tradicionales de la isla. Esta causa excede a nuestro gobierno, porque llegado el caso será un desafío conjunto de todo un pueblo que eligió la libertad ante el yugo, la tortura y la muerte.
-¿Qué papel cree que debe jugar la comunidad internacional en la resolución del conflicto y el reconocimiento de la independencia de Annobón?
-La Causa Annobón es un conflicto emblemático del daño que han hecho las políticas coloniales a lo largo de la historia universal. Este es el momento justo para que las organizaciones internacionales, aquellos que dicen apoyar los derechos humanos y flamean las banderas de la libertad, demuestren que sus palabras no son meros slogans de campaña. Aquí estamos ante un pueblo que lleva siglos de sufrimiento, que nunca ha podido decidir nada, al que todo le fue impuesto. Ha llegado la hora de llevarle un poco de paz a toda nuestra nación para que aquellos más de 10 mil exiliados puedan volver a su patria para disfrutarla y no para sufrirla.
-¿Qué mensaje les gustaría transmitir a los annoboneses que viven en la isla y en el exilio sobre la lucha por la independencia y el futuro de su país?
-Venimos trabajando en esto hace mucho tiempo y sin dudas estamos en un momento bisagra de nuestra historia. Muchos de nosotros estamos magullados, golpeados, algunos todavía tenemos las secuelas de las torturas del régimen de Obiang. Pero aun así no nos han vencido. A levantarse pueblo annobonés, que falta poco.
(*) Poeta, escritor, gestor cultural