Otro golpe de la Coalición Cívica: De Achával mandó al freezer a las Pombo

Tras el escándalo que llegó a todo el país por los delitos imputados al ex ministro de Transporte Jorge D’Onofrio, su pareja Claudia Pombo, y a la hermana de ésta, Roxana, con la anuencia del intendente de Pilar, Federico De Achával no quiso entregar a las hermanas en su momento para no blanquear un rotundo triunfo de la Coalición Cívica distrital.

Habiendo acusado el duro golpe, con sus socios procesados por graves delitos contra la administración pública, el kirchnerista echó mano a un clásico de la política argentina: dejar enfriar el tema para luego retirar a las cuestionadas del Legislativo, en búsqueda de evitar una campaña plena de recriminaciones por corrupción.

Pero otra vez llegó tarde, y tuvo que acceder a las exigencias del presidente de la CC, Matías Yofe, y su equipo, que insistieron justamente con el paso al costado inmediato de las hermanas.

De esta manera, De Achával sigue sin retomar la centralidad política por su vinculación constante e imposible de explicar sobre hechos de corrupción. Lo más increíble de toda esta historia es que un espacio político sin representación parlamentaria alguna, haya podido echar luz sobre ésta y otras conductas reprochables, mientras el Concejo Deliberante -con 24 integrantes- nunca advirtió algo semejante.

Claudia no se rinde

Dicen que por estas horas, aún cuando el curso que tomaron los acontecimientos parece haberse convertido en un calvario para la ex presidente del Concejo -que además arrastra a toda su familia-, Claudia Pombo no se da por vencida.

Y para ello estaría dispuesta a apelar a cualquier método o artilugio para, al menos, atenuar su caída. Recluida en su mansión de El Recado, en Ayres del Pilar (una de las tres que posee en ese country), Claudia elucubra diferentes alternativas para salir de su laberinto judicial. Hay que recordar que ya tiene una condena por la malversación de los fondos de un Registro del Automotor, con lo que un revés similar la llevaría, sin dilaciones y directamente, a dar con sus huesos a una celda, evaluación que hacen fuentes judiciales que, a su vez, anticipan más sorpresas para los involucrados en estos expedientes para esta misma semana.

Entrampada, Claudia parece haber decidido tomar el toro por las astas y convertirse en una suerte de arrepentida, dispuesta a entregar no sólo a su ¿ex? pareja, Jorge D’Onofrio, al mismísimo intendente De Achával, e incluso llegar más arriba: al ministro Carlos Bianco y al propio gobernador Kicillof.

«Si yo caigo, todos caen conmigo», dicen que fue la síntesis de lo que Claudia les habría manifestado a varios abogados que atienden a los damnificados por el accionar de D’Onofrio y Cía. Los profesionales, por su parte, la escucharon y aunque no hubo respuestas ni ofrecimientos concretos, no descartan servirse de su ocasional testimonio para beneficiar a sus representados.