Grieta a full: libertarios y obreristas se cruzan fuerte y sin concesiones (Con audios)

En lo único que coinciden ambos es en que no se reunirían ni a tomar un café. Representan a dos sectores bien diferenciados de la política argentina, y no vacilan a la hora de los calificativos más gruesos para con su contraparte.

Ocurrió en «El 1° de la Mañana» (Cadena 94.9, Pilar), cuando después de un fuerte cruce en Twitter, se les propuso al economista Javier Milei y al referente del Partido Obrero, Néstor Pitrola, un diálogo común. Por supuesto, se rehusaron, pero no esquivaron la polémica.

Siempre expresivo, Milei no titubeó: «Pitrola es un zurdo de m… más que hay en la Argentina que promueven ideas que han sido un fracaso desde lo económico, lo social y lo cultural, que han asesinado a 150 millones de personas, y encima tiene el tupé de decirme nazi, lo que constituye un delito».

«Hitler era del bando de ellos, sus acciones y discursos eran socialistas, más allá de las diferencias que pudieran tener con las filas marxistas», agregó.

El economista, además, dejó en claro que «no tengo nada que conversar con personas que sienten un profundo desprecio por la vida, que desprecian la libertad, y que creer que en su visión totalitaria su voluntad puede ser impuesta a sangre y fuego sobre el resto de los seres humanos».

Pitrola, por su parte, no se quedó atrás. «Noto que Milei tiene alguna incidencia en la juventud, pero tiene un discurso que te deja helado», dijo antes de insistir con que «es un nazi, es gente peligrosa que reivindica la metralla contra la izquierda, la clase obrera, los trabajadores».

«Además, dice que Trump era el único que podía salvar la civilización occidental , y que el Papa y Biden son comunistas», agregó. «Es un payaso que reivindica las AFJP, y está juntando a los que apoyaron a Macri y su política de liberación de capitales que terminó en desastre», observó al tiempo que reparó en que «claro que ahora estamos en otro desastre con los nacionales y populares».

«Son liberales truchos que cuando llega la hora viven de la teta del Estado», sostuvo para concluir con la certeza de que «está fuera de sus cabales; es ridículo pero peligroso».