«La situación en peor que la que nos cuentan»

«El gobierno espera muy malas noticias desde el conurbano y otros grandes centros urbanos como el Gran Rosario: contagiados, muertos y algún desborde social», porque «la situación es peor de lo que nos cuentan».

Esta fue una de las evaluaciones que el director de la consultora Giacobbe & Asociados realizó para «El 1° de la Mañana», (Cadena 94.9, Pilar), al analizar el escenario actual y futuro de la cuarentena impuesta por la pandemia de coronavirus.

Tras asegurar que, de acuerdo a los sondeos que su consultora realiza mensualmente, la imagen presidencial creció 30 puntos, totalizando 60 en cuanto a imagen, Giacobbe admitió que «nunca ví algo asi». «Es una situación muy rara, y tiene que ver con que la sociedad considera que hubo, por parte de Fernández, una buena atención al conflicto», agregó antes de alertar que este nivel de aceptación «es muy frágil; la sociedad puede ser muy generosa y al mismo tiempo muy cruel».

«Siento que estamos como con Malvinas: primero vino la épica, y después la decepción cuando la sociedad descubrió que le mintieron», reflexionó antes de insistir con que «la sociedad es rápida para sacrificar y para galardonar».

En lo que respecta a la economía, Giacobbe aseguró que «la situación está muy comprometida; en el propio gobierno admiten que no será fácil salir». En ese sentido, se mostró convencido de que «es acertado cuidar la salud, pero es peligroso prolongar esta situación».

Esto, porque «la Argentina no tiene herramientas para afrontar lo que viene». «Y si bien hasta el 30 de marzo el 50 por ciento de nuestros encuestados estaba de acuerdo con la posibilidad del estado de sitio, esto no se puede prolongar no sólo por la economía sino por el ánimo de la gente: no nos olvidemos que hay quienes viven en absoluto hacinamiento», advirtió.

Por último, lamentó que haya «gente en el gobierno que no entiende el esfuerzo que está haciendo la sociedad». «La gente cuida al presidente, pero algunos de sus compañeros y funcionarios no», reparó.

«Aunque hoy nadie quiere estar en sus zapatos: la reconstrucción será muy difícil», cerró.