Entrevistas

Sectores vinculados a la construcción reclamaron al municipio que se les permita trabajar (Con audio)

Poco antes del mediodía de este viernes, cerca de un centenar de profesionales y trabajadores vinculados a la construcción, llegaron hasta las puertas del municipio de Pilar para reclamar las autorizaciones que les permitan desarrollar sus tareas con alguna normalidad.

Portando carteles en los que consignaban parte de los protocolos articulados por los mismos manifestantes para retomar sus actividades, el grupo esperaba ser recibido por alguna autoridad municipal, lo que ocurrió después de un largo rato y merced a que una de las participantes, cansada del plantón, resolvió ingresar al edificio y golpear las puertas de las distintas oficinas. Así llegó al primer piso, ya seguida por sus acompañantes, y su vehemente llamado en los despachos del intendente provocó que se intentara su desalojo apelando a tres guardias de seguridad que desplegaron toda su prepotencia frente a la mujer que, nerviosa, llevaba en brazos a su hijo pequeño.

Los constructores se quejaron de que «la obra pública puede trabajar mientras nosotros no». «La obra privada está totalmente paralizada y no tiene sentido esta discriminación para con una actividad que ocupa a tanta gente», agregaron antes de precisar que «más de medio millón de personas está parado».

Por fin y después de un par de horas, el municipio accedió a reunirse con los manifestantes. De esta forma, cuatro arquitectos se sentaron con representantes de las secretarías Legal y Técnica, Gobierno y Obras Públicas, aunque los resultados no fueron los más auspiciosos.

Fue justamente la mujer que abrió las puertas, la arquitecta Viviana Perol, la que brindó algunos detalles de la reunión. «No están dando soluciones», dijo. «Sólo escuchan y culpan a la gobernación», agregó antes de advertir que «hacen como que no están enterados de lo que pasa en otros municipios, donde la construcción ya está trabajando».

La profesional cargó duramente sobre el propio intendente y su mano derecha, el secretario de Gobierno Santiago Laurent. «De Achával es un caradura y un impresentable. Además es un cagón que está encerrado y ordenó cerrar todas las puertas de la municipalidad», dijo del jefe comunal antes de emprenderla con Laurent: «Debe estar en su casa viendo televisión».

Por último, si no consiguen respuestas en el orden local, los constructores llevarán sus reclamos a Olivos el próximo miércoles a las 16.

 

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