Casta, pura casta: ex concejal de Pilar asumió en Estrategias Portuarias y Aeroportuarias bonaerense

Se trata de Roxana Elma Pombo, que además de integrar el Concejo Deliberante local, es hermana de la presidente del cuerpo, Claudia Pombo. La designación fue rubricada, para más datos, por la pareja de esta última, el massista titular de Trasporte bonaerense.

El 8 de mayo último, Roxana fue designada como directora de Estrategas Portuarias y Aeroportuarias dependiente de la Secretaría de Transporte Aéreo y Fluvial. El decreto, que también le concede planta permanente, lleva la firma del ministro de Trasporte de la provincia, Jorge Alberto D’ Onofrio para quien, evidentemente, lo primero es la familia.

Según el firmante, Roxana reúne «los recaudos legales, condiciones y aptitudes necesarias para desempeñar el cargo», antes de comunicarlo a la Dirección Provincial de Personal y a la Secretaría General.

No son muchos los antecedentes que se le conozcan a la flamante funcionaria en el área que ahora le toca comandar. Lo único que se sabe de ella es que trabajó en el Senado de la provincia, siempre bajo el paraguas protector de su hermana, que a su vez oficiaba de secretaria del entonces senador D’ Onofrio, y que accedió a dos mandatos en el Concejo Deliberante de Pilar. Al menos, no parece cargar con causas judiciales pendientes como su hermana Claudia, a la que hace años la espera la justicia con un juicio oral para rendir cuentas por lo actuado con el dinero de un Registro de la Propiedad Automotor de San Martín.

Quizás D’ Onofrio haya visto en su ¿cuñada? cualidades y atributos que los humildes mortales como nosotros, ciudadanos de a pie, no percibimos ni por casualidad. Tal vez esa notoria incapacidad para detectar talentos en la administración de las cuestiones públicas tenga que ver con que no pertenecemos a la casta que vive y se sirve de la política durante toda su vida; ella sabe muy bien a quién admite y a quién no.

El caso es que Roxana no parece descollar ni por su apego al trabajo duro, ni como dueña de una brillante oratoria; ni siquiera parece una de esas dotadas que dejan un legado inspirador a las generaciones futuras. Esto, de acuerdo a su desempeño en los cargos que le tocaron en suerte, y a juzgar por quienes la conocen de cerca.