Jubilaciones: Victoria Villarruel acordó con la UCR dilatar la nueva ley de movilidad

El partido centenario no firmó el dictamen y acepta discutir el texto aprobado en Diputados. UP pedirá tratarlos en el recinto.

Victoria Villarroel se anotó un triunfo en el Senado, en el primer desafío del oficialismo tras la sanción de la ley ómnibus: en un acuerdo con la UCR, la vicepresidenta consiguió posponer el dictamen del proyecto de movilidad previsional que fue aprobado en Diputados con apoyo de Unión por la Patria y todos los bloques de la oposición, a excepción del PRO.

La iniciativa contempla una suba del 8,1% en las jubilaciones, la indexación mensual por inflación, un incremento anual por salarios (el 50% del alza real) y un piso en los haberes, equivalente al 9% por encima del valor de la canasta de alimentos. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ley implicaría un 0,43% del PBI de costo fiscal y, por esa razón, Javier Milei anunció que la vetará se sanciona. Ese escenario, ahora, quedó postergado.

La discusión se retomará este jueves, cuando UP pida en la sesión especial tratar el proyecto sobre tablas. Necesita dos tercios y si la UCR repite la actitud de este miércoles, no puede alcanzarlo.

El debate se realizó en un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y Presupuesto, presididas por Carmen Álvarez Rivero (PRO) y Ezequiel Atauche (La Libertad Avanza).

Ambos propusieron un cronograma de expositores con especialistas, para estira el tiempo, y tuvieron respaldo de la UCR, que en Diputados fue clave para aprobar este proyecto de movilidad, que alcanzó dos tercios. En la cámara alta, el partido centenario prefiere mirarlo con detalle. La única agenda que se fijó es una reunión de asesores para el martes 16, en pleno receso invernal.

Las jubilaciones, afuera

El jefe de bloque UCR del Senado, Eduardo Vischi, justificó la demora del dictamen. «Es hora de tener responsabilidad fiscal. Que cuando discutamos fondos para algo, sepamos de dónde los vamos a sacar», señaló durante el plenario.

Las fuerzas chicas tampoco exigieron apurar el dictamen. Edgardo Kueider (Unidad Federal) presentó su propio proyecto, que propone crear una Unidad de Cuenta Previsional, ajustable por inflación, para defender el poder adquisitivo de las jubilaciones.

De esta manera, Unión por la Patria fue el único bloque que intentó dictaminar, pero se quedó en minoría. Sólo tuvo respaldo Lousteau y de Guadalupe Tagliaferri (PRO), quienes volvieron a actuar en tándem y solicitaron no extender el debate por tiempo indefinido, como finalmente sucedió.

«El proyecto que viene con media sanción tiene 13 artículos. El que presenté yo tiene siete. Nos corrieron con 400 de la ley Bases para tratarla rápido y ahora nos piden tiempo. Los jubilados no pueden esperar», reclamó Lousteau.

«A los grandes inversores que adhieren al RIGI, le damos 30 años de garantías. A los que entran al blanqueo, 20. Los jubilados no saben cuánto van a cobrar a fin de mes», reclamó el senador radical, quien otra vez se mostró alejado de las estrategias de su bloque.

Dictamen demorado

Mariano Recalde, de UP, recordó que el costo fiscal del proyecto es el mismo que implica la reforma de Bienes Personales aprobada en la ley ómnibus, que beneficia a los grandes contribuyentes. «No es el proyecto ideal, pero es necesario y urgente. Por eso hay que dictaminar», solicitó. Su compañera Juliana Di Tullio se mostró sorprendida por la dilación del radicalismo. «Este acuerdo tuvo 13 proyectos en Diputados y se aprobó con una mayoría altísima», se indignó.

La citación del plenario se dio recién el martes por la noche, luego de un sinfín de gestiones de Villarruel y Atauche para definir una estrategia. La vicepresidenta mantuvo diálogo permanente con los jefes de la oposición, mientras que el jefe de LLA fue a la Casa Rosada a pedir ayuda.

Con respaldo del gobierno, Atauche convocó a un debate «con sensatez» sobre «el sistema jubilatorio», que incluya una nueva ley integral. Según informaron fuentes libertarias, en la Casa Rosada le prometieron un proyecto que llegaría las próximas semanas.

Álvarez Rivero jugó a estirar los tiempos y citó los proyectos sobre jubilaciones que hay en debate, con autores como Lousteau, Kueider y la chubutense Edith Terenzi, de Cambia Federal, cercana al gobernador Ignacio Torres. El primer gesto de la UCR lo hizo el chaqueño Víctor Zimmermann.

«Hay cuatro fórmulas distintas en el proyecto. Tenemos que tomar unos días para saber cuales son las apropiadas», sostuvo el senador. Cuestionó, además, otro artículo que consiste en garantizar la asistencia a la cajas previsionales de las provincias con las asignaciones específicas de los impuestos. «Es algo a pagar cada mes», se molestó.

Alegría libertaria

En La Libertad Avanza no podían ocultar su alegría por dilatar los tiempos en el tratamiento de un proyecto que Milei quiere vetar y que difícilmente se sancione el próximo mes.

LLA contó con la ayuda del salteño Juan Carlos Romero, de Cambia Federal, convertido en un aliado más. El senador recordó que en 2010 Cristina Fernández de Kirchner vetó la ley que aplicaba el 82% móvil, porque no contemplaba el financiamiento. Propuso eliminar las exenciones impositivas al régimen de Tierra del Fuego para financiar jubilaciones. «Si ganan dinero, que paguen impuestos», dijo.

El oficialista Bartolomé Abdala fue el primero en anunciar que buscarían no dictaminar. El final de la reunión fue caótico, porque Rivero se negó a pasar el proyecto a la firma, como indica el protocolo. «Usted no puede hacer lo que quiera», protestó José Mayans.

Como la mayoría de los radicales se habían ido, a excepción de Lousteau, el dictamen no iba a prosperar. La discusión se cayó sola, pero el formoseño anticipó que seguirá este jueves en el recinto.

«Nosotros vamos a pedir el tratamiento sobre tablas, para que esta gente pueda comer. Es indigno lo que cobra alguien que trabajó 40 años», cerró Mayans.