
Hoy se habla mucho de la economía argentina. Ciertamente fue el tema central de la campaña de Javier Milei, acaso el primer presidente economista que tiene el país, por lo que no solo es lógico sino que era lo que se esperaba.
Sin embargo poco se está hablando de la corrupción de este Gobierno. Todas las discusiones giran en torno a los datos positivos o negativos de la economía, pero no a hechos ilícitos que salpican a los principales líderes del Gobierno nacional.
Tribuna de Periodistas lo viene haciendo casi en soledad y eso es una lástima, porque la difusión de actos ilícitos por parte de los grandes medios haría que más personas estén informadas sobre lo que ocurre mucho más allá del factor económico.
Hay mucho para contar, desde los desvíos de dinero del PAMI y los retornos de los sueldos de los funcionarios hasta el financiamiento de la Fundación Faro que preside Agustín Laje o el robo de los fondos reservados de la SIDE.
Como mucho se menciona, con gran difusión, la causa $LIBRA. Pero muchos descreen que haya sido una estafa, como si se tratara de un dogma de fe, a pesar de que la justicia está avanzando cada vez más firme por esa línea de investigación.
Pero del resto nada se habla. Parece que no importa y muchos se olvidaron de cuestiones altisonantes como la aparición de Laura Arrieta, señalada como la valijera de Karina Milei, quien ahora reapareció junto con Leonardo Scatturice, mano derecha de Santiago Caputo, en una operación para hacerse de los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado.
Son hechos que llaman la atención, sobre todo porque al comienzo del mandato de Milei no se esperaba que existieran burdas maniobras como las descriptas. Se suponía que era un “outsider” que venía a terminar con “la casta”.
Sin embargo, una serie de maniobras y decisiones, destapan en el horizonte un plan que no parece tener otra finalidad que la corrupción y la impunidad. Ya hizo hincapié Tribuna de Periodistas en ello, pero resulta necesario repasarlo brevemente.
Quitarle a la UIF la posibilidad de querellar, limitar el acceso a la información pública, inyectar ingentes sumas de dinero a los fondos reservados de la SIDE, crear una caja negra en la Policía Federal, intentar intervenir la Corte Suprema vía decreto, trabar el funcionamiento del Congreso, desprestigiar al periodismo, mantener información relevante oculta, como los gastos de la Cámara de Diputados que nunca fueron publicados por Martín Menem.
Esos son solo botones de muestra del plan pergeñado por Milei para hacerse del control total del Estado y llevar adelante un Gobierno que finalmente se convirtió en lo que supuestamente venía a combatir: una casta corrupta.
(*) Secretario de Redacción de Tribuna de Periodistas. Redactor. Cronista . Editor general. Columnista político en Radio Desvelo