A fines de 2020, fueron frecuentes las alertas generadas por las distintas asociaciones médicas respecto a la llamativa disminución de las consultas relacionadas a enfermedades crónicas ya presentes en los pacientes y de los correspondientes exámenes complementarios de control. En un estudio que midió la variación interanual, se comparó la cantidad de prestaciones efectuadas en septiembre de 2019 contra las de septiembre 2020 y se observó una disminución del 33% promedio.
Una de las patologías donde se observó este problema fue la Diabetes, pesar de estar bien establecida la posibilidad de controles a través del sistema de Telemedicina. Otra de las enfermedades que sufrieron un impacto negativo en términos de caída de las consultas y de estudios de control fueron las relacionadas con enfermedades cardio y cerebro vasculares. Este grupo de enfermedades genera casi 100.000 muertes por año. Según un estudio realizado en forma conjunta por la Sociedad Argentina de Cardiología, la Federación Argentina de Cardiología y el Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas, la disminución de las consultas y estudios pertinentes podrían sumar entre 6 mil y 9 mil muertes mas a la mortalidad por estas enfermedades.
Los cambios de hábitos, entre los que se destacaron la disminución de la actividad física, el aumento de peso y el aumento y retoma del consumo tabáquico, contribuyeron negativamente con el pronóstico de las personas.
Algunos registros internacionales refieren una retoma del hábito de fumar del 10% y un aumento del consumo con mayor regularidad del 30% desde el comienzo de la pandemia.
Para agravar la situación general, los datos colectados por la Oficina Nacional de Registros en Reino Unido mostraron que dentro del grupo de pacientes que cumplieron con el “aislamiento” correspondiente luego de un testeo positivo, el 36% refirió empeoramiento de su estado general y alteraciones en estado mental. Además el 28% refirió pérdidas en sus ingresos.
Para tener más referencias en relación a los “descuidos” de la salud, se compararon las endoscopías digestivas de 2019 vs las de 2020 y se observó una caída que varió, dependiendo del mes del año, entre el 73% y el 47% menos.
Más preocupante aun fue la disminución de las consultas por emergencias que sufrieron una disminución que varió entre el 74% y el 52% (septiembre/2020).
Este panorama muy preocupante en relación a como interpretó la gente que debía cuidar su salud, haciendo foco únicamente en el Covid, en detrimento de otras patologías crónicas, prevalentes y de mayor mortalidad, generó un significativo retraso, tanto en controles médicos como en la resolución de patologías pendientes de completar sus exámenes diagnósticos o terapéuticos, sean quirúrgicos o no.
Hoy, tanta “tensión” y “atención” puesta en torno del hecho “Pandemia-Covid”, ha dejado a la comunidad médica sin energías y con alto riesgo de ser víctimas de las enfermedades ya mencionadas, dada su condición de seres humanos, tan vulnerables como el promedio. Un relevamiento hecho por el Real Colegio de Médicos en Reino Unido reportó que el 68% de los médicos encuestados se sentía “exhausto”, 31% se sentía “desmoralizado” y el 59% manifestaron que les llevaría al menos 18 meses para estar en condiciones de volver al ruedo en condiciones.
Lamentablemente, no hay quién releve a los médicos. La batalla continúa y no hay tiempo ni posibilidades para “relajarse”.
(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo del Hospital Británico, vecino de Pilar.
