Entrevistas
La SCIPA a contramano del país: dice 9 % arriba y la CAME lo mismo, pero abajo (audio)
Tras aclarar que sus muestras «abarcan todo el territorio nacional», el vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Salvador Femenía, aseguró que las ventas cayeron «entre un ocho y un nueve por ciento en mayo en relación al año anterior».
Mientras la Cámara de Comercio local, a través de un informe que difundió profusamente la prensa, sostuvo que las ventas en Pilar «tuvieron un incremento del 9,47% en mayo, en comparación con el mismo mes del año pasado», y que Alimentos y Bebidas fue uno de los rubros que más creció (11%), la entidad que nuclea a 1.491 federaciones, cámaras, centros y uniones industriales de todo el país, agrupando a más de 600 mil pymes, sostuvo, por medio de su secretario de prensa y presidente del Instituto Asegurador Mercantil (IAM), todo lo contrario.
La SCIPA también habla de «13 meses de crecimiento ininterrumpido», tendencia que «se mantiene estable”, y que “el movimiento observado en la circulación de público y la disponibilidad de efectivo que se ve afectado por la inflación, promueve el consumo rápido”.
Femenía, por su parte y en El 1° de la Mañana (Cadena 94.5) precisó que «la caída interanual en promedio es de 3,4 por ciento respecto a mayo del año pasado, y ocho, casi nueve por ciento respecto a abril, lo que para nosotros era esperable», al tiempo que advirtió que «la inflación es el factor más importante» para explicar estos números, «a lo que hay que sumar otros como la disponibilidad de dólares por importaciones».
El directivo de CAME también apuntó que «están faltando algunos productos, y los fabricantes se encuentran con alguna carencia para entregar el producto al distribuidor o mayorista, faltante que después se ve en las góndolas», previo a indicar que, en el caso de los comercios más chicos, «por inflación y obligación ha cambiado el ritmo de reposición de mercadería». «Por una cuestión financiera, han habido cambios en el plazo de compra», dijo antes de establecer que «ahora es bajar la mercadería con plata en mano, lo que se transforma también en un problema operativo».
Femenía, además, precisó que «bajó el consumo de alimentos y bebidas un 4,2 por ciento mensual, casi 2 o 3% interanual, ya que es más selectivo, del día a día». «Estamos estacionados en un piso de inflación, y el bolsillo no llega a compensar lo que se pierde», cerró.
Conclusión final: como siempre, deseosa de agradar al poder político, la SCIPA sigue sin dudar a la hora de difundir informes de la manera que se vea más que favorable la situación general del sector, apuntalando una sensación de bienestar y crecimiento que desde el gobierno nacional, provincial y municipal se intenta instalar.